jueves, 25 de marzo de 2010

Hay de formas a formas de disfrutar con una mujer

Hoy me sorprendí al viajar en el metro de la Cd. de México al ver que un muchacho (de no más de 20 años) después de subirde junto con dos muchachitas de unos 16 años máximo, colocarse detrás de ellas y, colocando su mochila -una mochila de forma de cilindro recostado- a un costado de él, poner su brazo de tal forma que callera su mano frente a ésta, y con la mayor tranquilidad posar su mano sobre las pompis de una de éstas chicas repetidas veces -la chica al parecer no se percató de eso-.

Por motivos de la entrada y salida de la gente, las chicas se movieron, y por consiguiente el chico las siguió ahora colocandose a espaldas de la segunda chica, la cual si se dio cuenta y molesta se colocó de perfil a él y le dirigió un amirada algo dura, a lo cual el chico ni se inmutó, actuó como su ni siquiera se hubiera dado cuenta de lo que hizo su mano. Las chicas bajaros una estación después, a lo que el chico se cambió a dos puertas de distancia para bajar a dos estaciones después.

Lo que no puedo entender es que se llegue a hacer dichas acciones, yo me declaro culpable de disfrutar de la figura de las muchachas desde la distancia, pero creo que la cuestión de llegar a los tocamientos debe de ser de mutuo acuerdo ya que si no, estamos atentando contra algo que es muy hermoso como es una mujer, ya se que su cuerpo puede ser antojable, pero si uno no esta deacuerdo con ella, tocar su cuerpo no es lo más correcto para saciar nuestro deseo.

 
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