miércoles, 18 de noviembre de 2009

Tipos de bubis

A mi me gustan en este orden (aunque a quien le dan pan que llore) je je je:

volcanes, lotos, duraznos, mangos, melones, peras

martes, 10 de noviembre de 2009

Mi amada obsesión (segunda parte)

Como ya comente anteriormente quiero comentar que este es un relato 100% real, que soy de México, no soy musculoso, no atlético, ni un adonis, soy un hombre normal, pero eso si, ni chaparro, flacucho ni barrigón, una vez hechas estas aclaraciones comienzo con mi nuevo relato.
Nuestra siguiente ocasión en que me aventuré a ir a verla -porque ella es de otro estado del que soy originario- fue dos semanas después de nuetro primer encuentro, habiamos seguido platicando por el programa de chat y nos moriamos por vernos, pero como e trabajo no me permitía ir a verla con la frecuencia que deseara, nos conformamos con continuar con nuestras candentes citas virtuales, siempre dejandomos con el deseo de poder estar abrazados y sentir el cálido toque del cuerpo del otro, poder sentir su respiración en el pecho mientras estivieramos abrazados.
Pasadas dos semanas, se presentó una oportunidad de poder deslindarme de mis responsabilidades en el trabajo, por lo que avisándole un día antes, me aventuré a ir a verla.
En ésta ocasión nos quedamos de ver cerca de la terminal de camiones en la que llegaría, yo ardía en deseos de poder verla, por lo que el viaje me fue un suplicio que solo cedió en el instante en que, una vez descender de el camión y salir a la calle, pude verla venir.
Más tarde en subir que en estarla besando apasionadamente, saciando mis ancias de tenerla junto a mi. Llegamos al acuerdo de ir a un lugar que le dicen "el bosque", que de bosque no tenía mucho, pero que para nuestros fines estaba perfecto ya que una vez que llegamos, salimos del carro y, tomandola por fin en mis brazos, la comencé a besar, disfrutando y perdiéndome en sus ardientes labios. Nos besamos por no se cuanto tiempo ya que al tenerla en mis brazos todo desapareció para mi y solo existía ella para mi, solo me interesaba el sentirla en mis brazos, sentir sus labios sobre los mios, saborear sus besos y tratar de saciar mi sed de ellos.
Cuando por fin tomamos conciencia de nuestro derredor fue cuando escuchamos que otro automóvil se acercaba, por lo que ella tiernamente me dijo: "quiero estar contigo, que seas solo mio", por lo que salimos raudos a buscar un lugar donde estar solos, el cual encontramos en un acogedor motel al cual ingresamos tranquilamente.
En ésta ocasión, una vez cerrada la puerta nos acercamos tranquilamente el uno al otro, solo atinaba a ver su hermoso rostro y su seductora sonrisa, mitad pícara, mitad inocente. Una vez tenerla a mi alcance, la tome entre mis brazos besandola nuevamente, ella juguetonamente se solto de mi y corrió a al cama, donde sentandose extendió los brazos invitándome a ir por ella.
Yo no tarde en seguirla por lo que rodando en la cama comenzamos a besarmos y a quitarnos mutuamente la ropa, a mi no me coro trabajo el despojarla de su vestido, dejando esos hermosos pechos al descubierto y sus invitadoras caderas, las cuales portaban una coqueta tanga -quiero hace notar que mi amada obsesión no llevaba en esta ocasión medias por lo que el cuadro era eroticamente alucinante, una hermosa mujer solo cubierta por una pequeña tanga y un sostén de media copa- tardamos más en desvestirnos que en estar abrazados en la cama, besándolos cada milímietro de piel. En ésta ocasión mi primer y principal deseo era el de hacer que esta hermosa mujer disfrutara el mayor tiempo posible del placer, por lo que me di a la tarea de proporcionarle un agradable sexo oral, dándole especial atención a su clítoris, logrando que llegara a su primer orgasmo.
Una vez repuesta de su orgasmo, se lanzo sobre mi, y recostandome de espaldas, se introdujo mi miembro en su palpitante todavía vagina, comenzando a "cabalgarme". El verla disfrutar del sexo era toda una experiencia, era como verla estar en éxtasis, disfrutar el sentirnos acoplados, sentir como entraba y salía yo de ella y ver en su rostro como gozaba en cada enbate mio dentre de ella. No tardo en llegar a un nuevo orgasmo y por consiguiente, al ver su rostro y escuchar sus gemidos al sentir las descargas del orgasmo en ella, llegue por fin yo al mío, sintiendo como me vertía en ella, como la llenaba de mi, y como ella mo disfrutaba al igual que yo.
Una vez terminado su orgasmo cayo en mis brazos extenuada, por lo que recostandola a mi lado, la besé por unos momentos para también por mi parte caer resoctado en la cama.
No habían pasado 5 minutos cuando me pidio su podríamos entra en el jacuzzi, por lo que lo llegamos y entramos en él. estuvimos un rato abrazados y besándomos, jugando mutuamente con el agua y acariciandonos, hasta que, reaccionando mi cuerpo a la cercania de ella, estuve listo para una nueva batala, por lo que cargándola, salimos de ahi, y la deposité en la cama nuevamente, a lo que rápidamente me pidió que me introdujera ya ella, a lo que accedí, sintiendo como entraba yo en su cálido interior. No acababa yo de estar completamente dentro de ella, cuando me pidió que se lo hiciera fuerte y rápidamente, que me queria sentir completamebte en ella, por lo que, accediendo, comencé a apresurar mi ritmo, solo atinaba a escuchar sus gritos de "más, más, asi, más, mas", y ver en su rostro como disfrutaba del momento. Por tal motivo -escucharla , verla como gozaba y el desenfrenado ritmo- no tardo en llegar a un orgasmo, por lo que con unas fuertes contracciones por parte de su vagina, me llevó a tener un gran y extasiante orgasmo, llenando nuevamente de mi a su candente interior.
Como ya estaba por terminar el tiempo del cuarto, nos metimos a bañar juntos, por lo que una vez templada el agua de la regadera, entramos los dos, con el fin de lavarnos uno al otro, lo que fue un grave error ya que más tardamos en comenzar a bañarnos que, debido a tenerla junto a mi, y a poder sentir el toque de nuestra piel, comenzamos a besarnos y, sin pensarlo dos veces, la cargue y me introduje dentro de ella, gimiendo ella en cada enbate que le daba. En ésta ocasión no duré mucho tiempo antes de terminar en ella para ahora si, terminar de bañarnos y salir del motel con una sonrisa de felicidad de oreja a oreja teniendo una mirada de complicidad mutua.
Esta no fue la última vez que estuvimos juntos pero si la que mas disfrutamos.
Espero sus comentarios para saber si desean que escriba la tercera y última vez que estuvimos juntos, comenzando desde su oficina y terminando estacionados en su auto, disfrutando de lo que sería nuestro último encuentro.
Mi corre es: camlost68@yahoo.com.mx

Mi primer relato publicado

Aqui les dejo el relato que les comentaba en un post anterior:
Mi amada obsesión
Antes que nada quiero comentar que este es un relato 100% real, no es tan fogoso como los otros que se pueden encontrar aquí, pero es verídico.
Para comenzar quiero comentarles que soy de México, no soy musculoso, no atlético, ni un adonis como en otros relatos que se pueden leer aquí, soy un hombre normal, pero eso si, ni chaparro ni barrigón, una vez hechas estas aclaraciones comienzo con mi relato.
Soy un hombre casado ya por varios años aunque no feliz ya que siempre he tenido discusiones con mi esposa por niñerías, por lo que la relación estaba en un punto muy bajo y solo me mantenía junto a ella por los niños los cuales son los únicos que me conservaban cuerdo fuera de la depresión. Yo deseaba siempre inconscientemente encontrar a mi media mitad que me complementara, por lo que al presentárseme la ocasión no dudé en tomarla.
Todo comenzó hace como un año, por motivos propios de la empresa a la que le trabajábamos (soy programador) cerraron los puertos para el mensajero que utilizábamos para comunicarnos los que ahí programábamos, por lo que el grupo de programadores de la consultoría para la que trabajo tuvimos que buscar una forma de poder comunicarnos entre sí para consultarnos la forma de programar una u otra cosa que se nos atorara, esto debido a que estábamos repartidos en dos pisos del edificio y era algo molesto tener que levantarse de nuestro lugar para ir a consultar al compañero. Por tal motivo instalamos un programa de telefonía y chat por internet, con el fin de suplir la deficiencia que contábamos para nuestra comunicación.
Uno de esos días, después de regresar de comer, me encontré que me habían mandado un mensaje en el chat con un nick de mujer, y como ya me había pasado con el otro mensajero, pensé que me habían confundido, por lo que me contacté con la persona del nick exponiéndole que podría estar en un error y no ser yo a quien deseaba buscar y cual fue mi sorpresa cuando me dijo que era conmigo con quien deseaba platicar, que me había contactado para comenzar una amistad si yo lo deseaba. Al platicar con ella se fue dando la química por lo que comenzamos a hacerlo cotidianamente.
A través del tiempo nos fuimos haciendo cada vez más allegados por lo que nos contábamos intimidades frecuentemente nos pedíamos consejo. La relación comenzó a tomar un giro cada vez más íntimo hasta llegar a tener candentes citas virtuales donde comenzamos a explorar lo que haríamos de tener oportunidad de tener sexo. Cada vez nos hacíamos más aficionados a terminar las pláticas teniendo dichas “citas” virtuales hasta que en una ocasión le propuse ir a verla a su trabajo y ver si lográbamos sentir lo mismo que en nuestras citas estando frente a frente, por lo que aprovechando un día no laborable en la empresa me atrevía a ir a buscarla.
La espera para encontrarnos (solo nos habíamos mandado una foto de cada uno y eso al principio para conocernos) fue torturante ya que a través del tiempo me había enamorado de ella, por lo que ardía en deseos de poder estar juntos. Lo primero que hicimos fue saludarnos (algo nerviosos los dos) y siendo algo osado la besé en los labios sin previo aviso lo que la dejó más nerviosa de lo que estaba.
Una vez juntos salimos a comer para platicar un poco y romper el hielo de la primera cita lo cual aprovechamos para darnos ya sin problemas besos muy apasionados. Al salir del restaurant la situación ya era diferente de cuando se había entrado ya que habíamos constatado que lo que sentíamos el uno por el otro era real. Quizás fue una falta de mi parte, y al pasar por un hotel le dije en broma, pero con ganas de que aceptara: ¿entramos? Y ella aceptó.
Una vez cerrada la puerta del cuarto, más tardamos en entrar que en estar abrazados besándonos apasionadamente, fue un momento mágico, solo pensaba en ella y en no dejar que se me escapara de los brazos. Nos fuimos acercando a la cama poco a poco, acariciándonos y cada vez con menos prendas cada uno, hasta que al llegar a la cama nos encontrábamos desnudos y sintiendo el contacto de nuestra piel.
Lo primero que hice al recostarla fue el prenderme de sus hermosos pechos, saborearlos, besarlos todos, acariciarlos con mis manos que tanto habían deseado tenerlos. Comencé a pasar mi lengua por sus pezones que reaccionaron irguiéndose e invitando a jugar con ellos con la lengua. En ese momento ella solo acertaba a decir: "por favor penétrame, penétrame, te quiero dentro de mí" a lo que dejando de disfrutar sus grandiosos pechos me alejé para contemplarla por un momento, que hermosa mujer estaba conmigo! solo de estar cerca de ella me embriagaba el deseo de estar con ella haciéndole el amor, por lo que sin tardanza me recosté sobre ella, pasando mi pene entre los labios de su “cosita”.
No había comenzado a estimularla cuando ella, abrazada de mí nos dio la vuelta dejándome a mi de espaldas a la cama, y tomando mi pene, se sentó lentamente en él, no puedo describir lo grandioso que es sentir como iba entrando en ella, ni lo bien que nos acoplábamos los dos, parecía que estábamos hechos el uno para el otro ya que nos acoplábamos a la perfección.
Una vez que terminó de introducirme dentro de ella comenzó a cabalgarme como posesa, era maravilloso ver como disfrutaba al hacer el amor, ella hacía que el hacer el amor fuera todo un arte por lo que deseando yo que disfrutara al máximo me apliqué hasta que logré que llegara a tener dos orgasmos seguidos sin yo llegar todavía. Una vez que llegó ella a su segundo orgasmo, ella estaba en como en un trance disfrutando cada momento, tenía la vista perdida y respiraba rápidamente por lo que la abracé y la puse ahora a ella sobre la cama, le levanté las piernas y comencé ahora yo a moverme rápidamente, sentí como iba yo a terminar por lo que se lo avisé, a lo que me respondió: "si, si, termina en mí, quiero sentirte dentro de mi cuando termines". Fue la eyaculación más placentera que haya yo tenido en mi vida.
Una vez que termine nos recostamos abrazados besándonos y quedando que la siguiente vez sería mejor.
Aguardo sus comentarios, si desean saber que pasó en nuestra segunda cita por favor háganmelo saber.
Autor: Camlost68 camlost68 (arroba) yahoo.com.mx
Espero comentarios, por solicitud de una amiga, voy a hacer la continuación, y lo pondré en este blog (y por supuesto en el de ella, sera la exclusiva en el de ella) ;)
 
Free Hit Counter