Como ya comente anteriormente quiero comentar que este es un relato 100% real, que soy de México, no soy musculoso, no atlético, ni un adonis, soy un hombre normal, pero eso si, ni chaparro, flacucho ni barrigón, una vez hechas estas aclaraciones comienzo con mi nuevo relato.
Nuestra siguiente ocasión en que me aventuré a ir a verla -porque ella es de otro estado del que soy originario- fue dos semanas después de nuetro primer encuentro, habiamos seguido platicando por el programa de chat y nos moriamos por vernos, pero como e trabajo no me permitía ir a verla con la frecuencia que deseara, nos conformamos con continuar con nuestras candentes citas virtuales, siempre dejandomos con el deseo de poder estar abrazados y sentir el cálido toque del cuerpo del otro, poder sentir su respiración en el pecho mientras estivieramos abrazados.
Pasadas dos semanas, se presentó una oportunidad de poder deslindarme de mis responsabilidades en el trabajo, por lo que avisándole un día antes, me aventuré a ir a verla.
En ésta ocasión nos quedamos de ver cerca de la terminal de camiones en la que llegaría, yo ardía en deseos de poder verla, por lo que el viaje me fue un suplicio que solo cedió en el instante en que, una vez descender de el camión y salir a la calle, pude verla venir.
Más tarde en subir que en estarla besando apasionadamente, saciando mis ancias de tenerla junto a mi. Llegamos al acuerdo de ir a un lugar que le dicen "el bosque", que de bosque no tenía mucho, pero que para nuestros fines estaba perfecto ya que una vez que llegamos, salimos del carro y, tomandola por fin en mis brazos, la comencé a besar, disfrutando y perdiéndome en sus ardientes labios. Nos besamos por no se cuanto tiempo ya que al tenerla en mis brazos todo desapareció para mi y solo existía ella para mi, solo me interesaba el sentirla en mis brazos, sentir sus labios sobre los mios, saborear sus besos y tratar de saciar mi sed de ellos.
Cuando por fin tomamos conciencia de nuestro derredor fue cuando escuchamos que otro automóvil se acercaba, por lo que ella tiernamente me dijo: "quiero estar contigo, que seas solo mio", por lo que salimos raudos a buscar un lugar donde estar solos, el cual encontramos en un acogedor motel al cual ingresamos tranquilamente.
En ésta ocasión, una vez cerrada la puerta nos acercamos tranquilamente el uno al otro, solo atinaba a ver su hermoso rostro y su seductora sonrisa, mitad pícara, mitad inocente. Una vez tenerla a mi alcance, la tome entre mis brazos besandola nuevamente, ella juguetonamente se solto de mi y corrió a al cama, donde sentandose extendió los brazos invitándome a ir por ella.
Yo no tarde en seguirla por lo que rodando en la cama comenzamos a besarmos y a quitarnos mutuamente la ropa, a mi no me coro trabajo el despojarla de su vestido, dejando esos hermosos pechos al descubierto y sus invitadoras caderas, las cuales portaban una coqueta tanga -quiero hace notar que mi amada obsesión no llevaba en esta ocasión medias por lo que el cuadro era eroticamente alucinante, una hermosa mujer solo cubierta por una pequeña tanga y un sostén de media copa- tardamos más en desvestirnos que en estar abrazados en la cama, besándolos cada milímietro de piel. En ésta ocasión mi primer y principal deseo era el de hacer que esta hermosa mujer disfrutara el mayor tiempo posible del placer, por lo que me di a la tarea de proporcionarle un agradable sexo oral, dándole especial atención a su clítoris, logrando que llegara a su primer orgasmo.
Una vez repuesta de su orgasmo, se lanzo sobre mi, y recostandome de espaldas, se introdujo mi miembro en su palpitante todavía vagina, comenzando a "cabalgarme". El verla disfrutar del sexo era toda una experiencia, era como verla estar en éxtasis, disfrutar el sentirnos acoplados, sentir como entraba y salía yo de ella y ver en su rostro como gozaba en cada enbate mio dentre de ella. No tardo en llegar a un nuevo orgasmo y por consiguiente, al ver su rostro y escuchar sus gemidos al sentir las descargas del orgasmo en ella, llegue por fin yo al mío, sintiendo como me vertía en ella, como la llenaba de mi, y como ella mo disfrutaba al igual que yo.
Una vez terminado su orgasmo cayo en mis brazos extenuada, por lo que recostandola a mi lado, la besé por unos momentos para también por mi parte caer resoctado en la cama.
No habían pasado 5 minutos cuando me pidio su podríamos entra en el jacuzzi, por lo que lo llegamos y entramos en él. estuvimos un rato abrazados y besándomos, jugando mutuamente con el agua y acariciandonos, hasta que, reaccionando mi cuerpo a la cercania de ella, estuve listo para una nueva batala, por lo que cargándola, salimos de ahi, y la deposité en la cama nuevamente, a lo que rápidamente me pidió que me introdujera ya ella, a lo que accedí, sintiendo como entraba yo en su cálido interior. No acababa yo de estar completamente dentro de ella, cuando me pidió que se lo hiciera fuerte y rápidamente, que me queria sentir completamebte en ella, por lo que, accediendo, comencé a apresurar mi ritmo, solo atinaba a escuchar sus gritos de "más, más, asi, más, mas", y ver en su rostro como disfrutaba del momento. Por tal motivo -escucharla , verla como gozaba y el desenfrenado ritmo- no tardo en llegar a un orgasmo, por lo que con unas fuertes contracciones por parte de su vagina, me llevó a tener un gran y extasiante orgasmo, llenando nuevamente de mi a su candente interior.
Como ya estaba por terminar el tiempo del cuarto, nos metimos a bañar juntos, por lo que una vez templada el agua de la regadera, entramos los dos, con el fin de lavarnos uno al otro, lo que fue un grave error ya que más tardamos en comenzar a bañarnos que, debido a tenerla junto a mi, y a poder sentir el toque de nuestra piel, comenzamos a besarnos y, sin pensarlo dos veces, la cargue y me introduje dentro de ella, gimiendo ella en cada enbate que le daba. En ésta ocasión no duré mucho tiempo antes de terminar en ella para ahora si, terminar de bañarnos y salir del motel con una sonrisa de felicidad de oreja a oreja teniendo una mirada de complicidad mutua.
Esta no fue la última vez que estuvimos juntos pero si la que mas disfrutamos.
Espero sus comentarios para saber si desean que escriba la tercera y última vez que estuvimos juntos, comenzando desde su oficina y terminando estacionados en su auto, disfrutando de lo que sería nuestro último encuentro.
Mi corre es: camlost68@yahoo.com.mx